Nuevas investigaciones pueden significar avances en las opciones de tratamiento para personas que viven con diabetes tipo 1.

Investigadores del Instituto de Investigación de Diabetes en la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami han identificado la existencia de células madre en el páncreas que pueden desarrollarse en células beta que responden a la glucosa.

El estudio aborda un factor crítico en la búsqueda de una cura para la diabetes.

La diabetes tipo 1 es una condición autoinmune en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina.

«El sistema inmunológico de las personas que viven con diabetes tipo 1 es hiperactivo y ve las células productoras de insulina del páncreas como una amenaza para el cuerpo. Como resultado, se dispone a destruirlas,» dijo el Dr. Bill Johnson.

Johnson es un médico de Dallas, Texas, que trata a pacientes con diabetes utilizando terapia de células madre.

Aproximadamente 1.25 millones de personas en los Estados Unidos viven con diabetes tipo 1, según la Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil (JDRF, por sus siglas en inglés). Los números de la JDRF indican que 40,000 personas son diagnosticadas con la enfermedad autoinmune cada año.

La JDRF también estima que el 15 por ciento de las personas que viven con diabetes tipo 1 en los EE.UU. son niños.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE.UU., más de 29 millones de personas en los EE.UU. viven con diabetes tipo 2, una forma de la enfermedad a menudo causada por la genética, las elecciones de estilo de vida y la obesidad. Los CDC también estiman que 8.1 millones de estas personas no están diagnosticadas.

Más de 1.4 millones de casos de diabetes tipo 2 son diagnosticados a nivel nacional cada año, y más de uno de cada 10 adultos mayores de 20 años tiene la enfermedad.

Los investigadores han creído durante mucho tiempo que el páncreas contiene células madre progenitoras que podrían ayudar a regenerar islotes, las células del páncreas que producen insulina. En este estudio, los científicos del DRI localizaron el área exacta de estas células madre en el páncreas y probaron su potencial para multiplicarse y desarrollarse en células beta sensibles a la glucosa.

La esperanza es que, al identificar estas células como una fuente para la regeneración de células beta, haya nuevos tratamientos médicos regenerativos para la diabetes tipo 1.

En un estudio anterior, los investigadores del DRI utilizaron con éxito el factor de crecimiento natural aprobado por la FDA, la proteína morfogenética ósea 7, o BMP-7, para incitar a las células parecidas a progenitoras en tejido pancreático humano no endocrino cultivado en laboratorio.

En este estudio actual, los científicos del DRI pudieron demostrar que las células madre con la capacidad de responder a BMP-7 se encuentran en la red ductal y glandular del páncreas. Las células también contienen la proteína conocida como PDX1, que les da la capacidad de desarrollarse en células beta. También contienen el receptor de superficie celular ALK3, que ha sido identificado para dar a las células la capacidad de desarrollarse en muchos tipos de tejidos.

El equipo del DRI pudo extraer las células madre que contenían PDX1 y ALK3 y cultivarlas en un plato con BMP-7 para desarrollarse en células beta.

El estudio del DRI no es el primero en intentar métodos regenerativos para producir nuevas células beta. Otros intentos involucraron el uso de células madre embrionarias, pluripotentes y adultas, así como células de islotes de cerdo, para tratar de iniciar la producción de insulina en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2.

Los investigadores del DRI esperan que su nuevo enfoque proporcione un método de tratamiento más seguro y efectivo que no ponga a los pacientes en riesgo de rechazar células o tejidos.

«La capacidad de usar las propias células y tejidos del cuerpo para curarse a sí mismo significa que no hay riesgo de rechazo y no hay necesidad de medicamentos antirrechazo que son necesarios cuando los trasplantes de células o tejidos provienen de otras personas,» dijo Johnson.

Fuente:

• ScienceDaily